viernes, 25 de marzo de 2011

Romance en miniatura


Gnomeo y Julieta (Gnomeo and Juliet, Asbury, 2011)


Cualquiera que haya leído la versión original de La Cenicienta, sabe que parece más cuento de terror que de hadas. Entre otras lindezas, unas palomas vengadoras le pican un ojo a cada hermanastra como justa retribución a su maldad. Ahora imagínenlo en el cine… les apuesto a que no sería clasificación A.


Es por eso que, uno de los grandes aciertos de la casa Disney, ha sido transformar esas historias clásicas en versiones cinematográficas aptas para niños; después de todo,  las narraciones originales de los siglos 18 y 19 buscaban moralizar más que encantar a los pequeños: el factor miedo era clave.


Los creadores de Gnomeo y Julieta seguramente se vieron ante una situación similar…  ¿cómo adaptar la tragedia de amor más famosa que se ha escrito, a una cinta infantil animada? Fácil: utilizando unos simpáticos gnomos de jardín… y buenas dosis de encanto.


Así pues, nos encontramos en la Inglaterra del siglo XXI. La señora Capuleto y el señor Montesco son vecinos… y enemigos acérrimos. Como buenos ingleses, le dan mucha importancia al mantenimiento de su jardín, el cual está decorado con unas pintorescas figuras, muy socorridas en los patios de ese país: los gnomos de cerámica.


Como consecuencia natural de la enemistad entre sus amos, estos gnomos (que cobran vida cuando nadie los está mirando) también son rivales; los Capuleto usan gorritos rojos y los Montesco, azules. La vida  entre ambos bandos transcurre con una tranquila falta de cordialidad –y ocasionales carreras de podadoras de pasto- hasta que Gnomeo azul (voz de James McAvoy), conoce a Julieta roja (voz de Emily Blunt)… y el romance prohibido comienza.


No obstante que el tema es harto conocido –por lo menos por los adultos- la historia no es para nada aburrida: por una parte, la precariedad de los muñequitos  de cerámica, que en cualquier momento pueden romperse, le da gran emoción  a las escenas de acción;  por otra, tanto los gnomos,  como los personajes con los que comparten los jardines donde se desarrolla la historia -ranas, hongos y hasta un flamingo de plástico-son verdaderamente graciosos y le dan buen soporte a los protagonistas.


Igualmente divertidos son los diálogos, que intercalan cultura popular con una que otra frase de Shakespeare en voz de un impresionante elenco, compuesto por Michael Caine, Maggie Smith y Ozzy Osbourne (quien personifica, créanlo o no, a un venadito) entre otros. La pegajosa banda sonora de Elton John le da mucha buena vibra al filme.


En suma, Gnomeo y Julieta es una cinta animada que, sin ser particularmente profunda o memorable, sí resulta tierna y entretenida para chicos y grandes…  lo cual no es ninguna tragedia.

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